¿Qué pasa en la nueva JCE?

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Por: Clemencia García Damirón

En algunos de nosotros permanece el recuerdo del fatídico mes de octubre del 2019, el de la celebración de las primarias de los partidos políticos. Para uno se impuso la modalidad abierta, y el resto, con su padrón.

A partir de ahí, clarísimo que lo por venir no era alentador.

El faraón de entonces que presidía el órgano rector, luego de los cuestionados resultados, en tono burlón denominó “método del ritmo” al fraude denunciado por el entonces candidato y presidente del partido gobernante, Leonel Fernández.

Esa fuerte marejada político-institucional provocó el desastre de febrero. Hubo de abortar el proceso electoral porque lo que se tenía planificado hacer era peor de lo que precedió. Una vergüenza nacional e internacional.

Con este preámbulo a manera de ingrata recordación, nos enfocamos en la actuación de la nueva Junta Central Electoral (JCE) que preside el Dr. Román Jáquez Liranzo junto a otros cuatro miembros que conforman el Pleno.

Es de todos conocidos su interés de intentar cambiar la percepción que sobre ellos pesa por el inadecuado manejo de los anteriores miembros. Pero, si no toman medidas drásticas y contundentes no lograrán quitarse la mancha.

Ya el informe final de investigación en relación al voto de los dominicanos en el exterior, OCLEEs y OPREEs de Nueva York, Boston, New Jersey, Filadelfia, Reading, Washington, Orlando y Miami fue conocido y aprobado por el Pleno. Los medios reseñan la desvinculación del director y otros cinco empleados. Dos han sido amonestados y ratificaron a la encargada interina.

Otra de las empleadas, cuya falta fue comprobada, la protege el derecho de mujer embarazada y por lo tanto no puede ser desvinculada por el momento.

Una fuenteconfiable rebela la inconformidad hacia lo interno sobre la dilación en algunos procesos que debieron ser solucionados hace rato. Por ejemplo: la designación de los funcionarios claves que serán los actores principales del próximo torneo electoral.

Permanecen todos a excepción del director de Informática, quien pagó la culpa por el resto.

Si se ha cuestionado el desempeño de la labor realizada en el exterior, la local deja mucho que decir. El escándalo con los equipos utilizados, la data poco confiable que sirvió la dirección de Elecciones y la astronómica suma de RD$5,000,000,000.00 de pesos perdidos en el proceso debe hacerlos pensar seriamente en cómo querrán salir al final de su gestión.

Se tiene como fecha probable el 17 de mayo, que es cuando se inicia la consulta -bajo consenso-para las designaciones o confirmaciones de los funcionarios que estarán al frente de las direcciones del Registro Civil (ocupado de forma interina), Registro Electoral, Informática, Cedulación y Electoral.

 

¿Será posible que el director de Elecciones procure su permanencia en el cargo, toda vez que su responsabilidad en el fallido proceso reciente es tan grave como la del presidente saliente?

La crónica de los escándalos está disponible en los medios. Los programas de investigación hicieron su aporte; y los organismos internacionales actuantes también están a disposición de todo aquel que necesite documentación que soporte una objetiva y transparente toma de decisión.

No se equivoquen, distinguidos miembros. Que su inexperiencia no nos lleve a ponernos la mano en la cabeza otra vez. Déjense ayudar, y contribuyan con el mejor de los ejercicios democrático e institucional.