La CDEEE de Celso Marranzini

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Por: Clemencia García Damirón

En el 2009 formé parte del equipo de trabajo que con don Celso Marranzini llegó a dirigir el sector eléctrico de entonces. Sabiendo la escuela de donde viene don Celso sobra decir que no fue el partido quien hizo que nombraran a los candidatos de la época.Un logro por competencias, habilidades, formación académica y experiencia se impuso.

Marranzini recibía de manos de Radhamés Segura una empresa estatal bajo una permanente auditoría visual por la ciudadanía. El sector estaba en franco deterioro, abarcando lo económico y el factor confianza.

La estructura organizacional de entonces, luego de una exhaustiva revisión, sufriócambios significativos. Dentro de lo posible se resguardó al personal que conformaba la memoria histórica de la CDEEE, tanto, que hoy, quien fuera la asistente del señor Segura es una colaboradora cercana a don Celso.

Todo lo que se percibía como exceso fue ajustándose al nuevo régimen de gasto racional.Pongo el mejor ejemplo.

En diciembre, la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) acostumbraba a repartir entre algunos ciudadanos, dinero en efectivo. Ese primer diciembre, nos impresionó la cantidad de gente aglomerada en el área de Recepción y parqueos buscando la forma de que sus solicitudes sean atendidas.

Don Celso fue claro y estricto al instruirnos lo que debíamos hacer. Pero no dejó de ser humano.

Un cheque de su cuenta personal, casi por el monto de su salario, nos fue entregado para que se realice el cambio y futura repartición entre los solicitantes. Tuvimos que emplearnos a fondo para escoger a los más necesitados entre todos los que aspiraban. Intentamos hacer el milagro de multiplicación de los peces, y se logró.

Preparamos los sobrecitos, con nombres y apellidos, y según la necesidad, incluíamos cantidad de dinero. La mayoría se destinó a personas mayores con requerimientos de medicamentos, y a algunas madres cuyos hijos tenían necesidades especiales.

En cada entrega hubo acuse de recibo firmado por el solicitante. Además, el mensaje por parte de la administración de queno habría más gestión social de esa índole porqueno era la misión básica de la CDEEE.

El expediente fue entregado al despacho para conocimiento del vicepresidente ejecutivo. Comprobó en el próximo diciembre que la tarea encomendada tuvo éxito porque no tuvimos más solicitudes ni aglomeraciones.

Hubo una especie de “reorganización procedimental” y cambio de cultura organizacional. Así de simple y transparente, solo se requería voluntad para llevarlo a cabo.

Personas preparadas -incluyendo el equipo técnico encontrado- se unieron a la labor titánica de lograr sacar hacia delante un sector alicaído, mustio y quebrado. Ese equipo hizo importantes inversiones en herramientas financieras y sistemas de gestióncon una constante capacitación y actualización al personal.

Don Celso orientó el gasto, redujo las compras, e hizo licitaciones públicas nacionales e internacionales.Su relación con los organismos internacionales que destinaban fondos para proyectos especiales no pudo ser mejor. No hubo asomo de levantiscas ni denuncias de malversación.

Asumió el liderazgo del sector eléctrico público con valentía a pesar de venir del sector privado. Logró concertar acuerdos con todos, los agrupó y unificó.

Pero luego llegaron los otros.

Vamos viendo cómo funcionaba la cosa. Pareciera -por lo que publica la prensa- que había una especie de desorden organizado. Una danza de millones en compras y pagos a suplidores específicos. Dioses proveedores del maltratado sector, cuya desgracia no solo es financiera, sino en la que también hubo suicidio.

Y eso, no he tocado por asomo siquiera el tema Punta Catalina.

A usted le puede gustar o no Celso Marranzini, pero de que hubo diferencias, las hubo.