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viernes, abril 25, 2025

La economía del 2025 va mal y puede extenderse

Si la economía dominicana tuviera un mercado de capital desarrollado o medianamente desarrollado, con los datos más recientes del comportamiento del Indicador Mensual de la Actividad Económica (IMAE) -una medida simplificada del PIB-, a febrero de 2025, el mercado de valores del país estuviera presentando una caída importante; pero como el índice de capitalización bursátil es muy bajo en el país, de alrededor de un 15.0 % del PIB, cuando economías desarrollados se mueven entre un 70.0 % a un 180.0 % y la de las economías emergentes en torno a un 50.0 %, esto sin considerar otros componentes requeridos para medirlo con mayor rigor.

   Cuando el Banco Central da a conocer las cifras del desempeño de las principales variables económicas como el PIB y la tasa de inflación, apenas despierta interés en los medios de comunicación y algunos profesionales de la economía, especialmente cuando las métricas de las referidas variables muestran un comportamiento hacia el alza o a la baja significativamente pronunciado; en contraposición, no se observa mucho interés por parte de los agentes económicos, al menos públicamente.

   En estos días se dio a conocer la cifra del comportamiento de la economía durante el mes de febrero de 2025, ubicándola en un 0.7 % interanual, pero siendo más preciso fue de un 0.69 %, este desempeño no tiene nada positivo para ser celebrado, por el contrario, puede ser una señal de que algo anda mal en la economía dominicana, en mi caso, pienso que las cosas no marchan como lo proyectado y luce que se está pareciendo al año 2023, que tuvo un debilitado crecimiento de un 2.2 %, muy por inferior al potencial de la economía que es de un 5.0 %. Acerquémonos para apreciarlo.

   El IMAE/PIB dominicano de enero de 2025 fue de un 2.2 % interanual, en igual tiempo para el 2024 fue de un 4.7 % y para el 2023 de un 1.7 %. En febrero de 2025 de un 0.7 %, pero el segundo mes de 2024 fue de un 7.4 % y en igual mes en el 2023 de un 1.8 %. Ese ha sido el comportamiento de la economía dominicana durante los primeros meses de los tres años referidos, finalizando el 2023 con un 2.2 % y el 2024 con un 5.0 %, entonces, como concluirá el año 2025?, en forma adelantada, no parecería que el PIB crezca como lo previsto en un 5.0 %, a juzgar por el crecimiento acumulado en el primer bimestre del año en curso que es de un 1.5 %, parecería que la reestimación debe ser hacia la baja. Para febrero de 2023 el crecimiento acumulado fue de un 1.7 % y en el 2024 de un 6.1 %, demostrativo no de una moderación de la actividad económica, sino de una caída, con un pronunciamiento de 4.6 puntos porcentuales entre los dos primeros meses del 2024 frente al 2025.

   Los sectores con peores movimientos fueron la construcción con un -7.7 %, minas un -6.5 %, el comercio con apenas un 1.8 % y la manufactura local con un 2.8 % y la de zona franca un casi nulo desempeño de un 0.2 %, mientras que, el sector hotelero mostró una caída significativa, al registrar un 3.8 %. Estamos frente a que importantes motores de la economía dominicana están apagados, están dañados o apenas funcionan parcialmente.

   Cuántos y qué factores pueden estar incidiendo para que la economía dominicana muestre el preocupante 1.5 % acumulado en el bimestre de 2025?, probablemente cuatro causas principales, ubicadas en forma temprana en la tasa de interés, la inversión pública, la demanda interna y lo tenso que se muestra el entorno internacional con la era arancelaria en la nueva política económica internacional de los Estados Unidos y las reacciones de quienes consideran ha sido una decisión unilateral que desconoce acuerdos comerciales multilaterales y desdice de la anterior política globalista promovida en forma deliberada y que ha conformado la actual estructura productiva mundial, complicada para desmontarla y configurar una nueva estructura en la economía internacional.

   Al examinar la tasa de interés activa bancario promedio ponderado, esta se ubicó en un 15.5 % al 10 de abril del 2025, demostrativo, como hemos indicado en diversos artículos que el efecto traspaso esperado al momento de realizar el Banco Central una reducción en su tasa de política monetaria no se ha logrado, motivado a la fuerte monetización en los primeros meses, al reducirse y colocarse los valores en circulación de la entidad monetaria a RD$ 890,455 millones en la primera semana de abril, además, por la fuerte de demanda de dólares en los primeros meses, que llegó a situar la depreciación hasta en un 7.0 % interanual, lo que presiona las tasas bancarias hacia el alza o al menos a no descender.

   Por el lado de la inversión pública, el gasto de capital en los primeros dos meses del año fue de un 6.87 % y aún permanece bajo a la segunda semana de abril con un 8.5 %, cuando ha podido ser de un 12.5 % del gasto público total. El bajo nivel de inversión pública arrastra a la privada, siendo esta la razón por la cual el sector de la construcción ha tenido uno de los peores desempeños al registrar un valor negativo de un 7.7 % de decrecimiento.

   El tercer componente es el de la demanda interna, que ha presentado un preocupante comportamiento, que se expresa en la merma de la actividad comercial que se ubica a febrero de 2025 en un 1.8 %, la referida métrica es indicativo de la conducta de los consumidores y de los agentes económicos, que al parecer se han puesto en modo pausa, ante el escenario local e internacional.

   Respecto al cuarto factor, asociado al tema de la política arancelaria/proteccionista de los Estados Unidos, que ha generado reacciones en más de 70 países, incluyendo importantes economías del mundo, como la China y la de la Unión Europea. Los denominados aranceles recíprocos sin lugar a dudas que ha generado pánico en los agentes económicos, lo demuestran los índices bursátiles de las principales bolsas del mercado de capitales. Aunque se ha tomado una pausa de 90 días, la amenaza está latente y los aranceles sobre las exportaciones china alcanzan el 145.0 % y los de china a las exportaciones estadounidenses un 84.0 %, anticipando subidas de precios en la economía internacional, pero principalmente en el socio comercial número uno para la economía dominicana que representa el 54.0 % de nuestras exportaciones hacia los Estados Unidos.

   Un entorno internacional con brote de guerra arancelaria y fuertes expectativas de elevación de las tasas de interés internacional, no resulta el escenario ideal para la economía local, en adición a sus factores negativos internos ya citados, lo que induce a considerar que el PIB continuará presentando una trayectoria a la baja, en la que se desvía de la proyección inicial de un 5.0 % al cierre del año, como una reacción natural de la economía dominicana, ante el clima de incertidumbre.

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