Tesla , el gigante de los vehículos eléctricos, acaba de mover sus fichas en el mercado estadounidense. La compañía anunció oficialmente el lanzamiento de versiones actualizadas de sus modelos de lujo, los nuevos Tesla Model S y X. La noticia ha generado revuelo, y no es para menos: junto con las mejoras, llega un aumento de $5,000 dólares en su precio base, una decisión que pone a muchos a pensar si realmente vale la pena la inversión.
En un mercado automotriz cada vez más competitivo, cada detalle cuenta. Los compradores ahora se enfrentan a una pregunta clave: ¿las nuevas características justifican este incremento en el costo? Vamos a desglosar qué traer de nuevos estos vehículos y qué significa para el bolsillo del consumidor.
¿Qué traen de nuevo los Model S y X?
Tesla ha presentado una lista de actualizaciones que buscan refinar la experiencia de conducir sus modelos más exclusivos. Aunque a primera vista algunas mejoras parecen menores, otras apuntan a un mayor confort y tecnología a bordo.
Un retoque en autonomía y estética.
Una de las actualizaciones más comentadas es la nueva opción de pintura, un llamativo Azul Escarcha . Sin embargo, este color tiene un costo adicional de $2,500. En cuanto al rendimiento, la versión Long Range del Model S ahora promete una autonomía de hasta 660 kilómetros. Aunque es la más larga que Tesla ha ofrecido, representa solo 8 kilómetros más que la versión anterior, un detalle que podría no ser decisivo para muchos.
Más comodidad y tecnología interior.
Aquí es donde las mejoras se sienten más. Tesla asegura que los nuevos modelos son notablemente más silenciosos gracias a un sistema de Cancelación Activa de Ruido más efectivo. Además, el interior ahora cuenta con iluminación ambiental dinámica, que crea una atmósfera única con animaciones personalizadas.
Para una conducción más suave, se han rediseñado la suspensión y los bujes. La visibilidad también mejora con una nueva cámara en el parachoques delantero, un añadido muy práctico para estacionar y maniobrar en espacios reducidos. Finalmente, los faros adaptativos prometen una mejor iluminación en carretera sin deslumbrar a otros conductores.
Con el aumento de $5,000, el precio de entrada se ha movido considerablemente. El nuevo Tesla Model S ahora arranca en $84,990 dólares , mientras que el Model X parte desde los $89,990. A esto hay que sumarle los extras.
Los vehículos vienen de serie con llantas de 19 pulgadas. Si un cliente prefiere un diseño más grande y deportivo, puede optar por llantas de 20 a 22 pulgadas, pero esto sumará otros $4,500 a la factura final. Sumando la pintura especial y las llantas más grandes, el costo final puede subir rápidamente, acercándose a la barrera de los $100,000. Este precio de Tesla lo posiciona firmemente en el segmento de lujo, donde la competencia es fuerte.
El gran reto: ¿Lograrán convencer al mercado?
Esta es la pregunta del millón. El año pasado, Tesla vendió aproximadamente 50.000 unidades de los Model S y X en todo el mundo. En comparación, entregó más de 1,7 millones de sus modelos más grandes, el Model 3 y el Model Y. La diferencia es abismal y demuestra que el volumen de ventas de la compañía está en sus vehículos más económicos.
Las actualizaciones de Tesla en los modelos S y X son interesantes, pero podrían ser percibidas como incrementales en lugar de revolucionarias. El Model S Plaid, por ejemplo, tiene un diseño exterior optimizado para mayor estabilidad a alta velocidad, un beneficio para un nicho muy específico de conductores. Por su parte, el Model X ahora ofrece un poco más de espacio en la tercera fila de asientos, una mejor bienvenida para las familias.
La estrategia de Tesla parece clara: refinar sus buques insignia para justificar su estatus premium. Sin embargo, queda por ver si estas mejoras serán suficientes para que un comprador potencial decida gastar millas de dólares más en lugar de optar por un Modelo Y bien equipado o, incluso, por un competidor de otra marca de lujo. El tiempo dirá si esta jugada le funciona a Tesla para revitalizar las ventas de sus modelos más caros.