La carrera de derecho y el poco hábito de lectura

0
510

Lic. Romeo Trujillo Arias.
Abogado

El poco hábito de lectura, de análisis e investigación, pienso que es la principal carcoma que está acabando, desde el punto de vista del desempeño y preparación intelectual, con la gran mayoría de los “profesionales” hoy día, especialmente los abogados y abogadas.

Lamentablemente, y para nadie es un secreto, que es altísimo el porcentaje de los “profesionales” que no estudian ni se preocupan por actualizarse en su profesión. Que no tienen hábito de lectura, aparte de que tampoco leen más de dos o tres párrafos como máximo. Y lo más grave es, que muchos/as acostumbran a emitir opiniones sólo con la lectura del título de un artículo, lo cual resulta obvio que esto no es correcto, y más cuando proviene de un “profesional”. Y ni decir cuando se coloca o se presenta algún tema o una casuística jurídica cualquiera para fines de análisis y opinión en cualquier post de las redes u otro medio, ahí brillan por su ausencia, por las razones que todos y todas sabemos y que están de más decirlas. Y también están los/as que “opinan” sin tener las más mínimas ideas del tema y de lo que dicen, lo cual es algo que se nota a leguas.

Es por esa razón y no otra, que hay tantas deficiencias en la profesión del derecho y sus diferentes ramas, lo cual se observa y que siempre se ha percibido en el ejercicio normal del derecho y principalmente en los diferentes tribunales y jurisdicciones (salas de audiencias). Se percibe también hasta en la forma de expresarse, de comportarse, de escribir, etc.

Lastimosamente, y sin ánimo de ofender, la mayoría solos están pendientes en publicar en las diferentes redes sociales, selfie, fotos de comidas, de bebidas, cabellos, uñas, trajes de baños, ropas de gimnasio, boomerang, Tik Tok, vídeos en vivo, los glúteos, los cuadritos de la barriga, etc.

Estoy consciente de que la gran mayoría dirán que son ellos/as quienes pagan o costean las cuentas de sus celulares y que hacen con ello lo que deseen, pero sólo les pido que por favor vean estas palabras como una crítica constructiva o un simple consejo, y que los lleve a reflexionar sobre las mismas, lo cual es el objetivo principal de esta publicación.

Entiendo de mucha importancia recordarles, que dentro de los 10 mandamientos[1] del abogado está el número uno, que se refiere precisamente al estudio constante del derecho, al establecer lo siguiente: “El derecho se transforma constantemente, si no sigues sus pasos, serás cada día un poco menos abogado”. Eduardo Juan Couture Etcheverry[2].

En definitiva, el autor Couture precisa de que las leyes cambian, son modificadas con el paso del tiempo, de acuerdo a las necesidades de la sociedad siguiendo así sus pasos para que con ello se forjen abogados altamente competitivos en un futuro, actualizando siempre nuestros conocimientos y saber interpretar las leyes podremos tener la suficiente capacidad de asesorar a aquellas personas que hayan sentido vulnerabilidad en sus derechos, además de aplicar los conocimientos dentro de un juicio para lograr mejores resultados, basados siempre en leyes que nos rigen actualmente. Couture también predica que la abogacía se aprende con sacrificio, porque cada ley nos enseña y abre el camino a un campo especifico de conocimiento, el estudiar e interpretar las leyes será difícil pero nunca imposible.

[1] Los mandamientos del abogado nos ayudan a reflexionar acerca de la vida práctica que un abogado debe ejercer dentro de su campo laboral, para que en una larga trayectoria profesional, la problemática social que enfrente en su camino, no deje consecuencias que marquen la vida emocional del representante legal, resolviendo con satisfacción y con los elementos de moral y conciencia, buscando ante todo la justicia y la razón antes que el derecho consagrado en una norma jurídica emitida por cuerpo legislativo carente de un estudio de campo y de sensibilidad humana.
Los mandamientos buscan proteger y salvaguardar la moral y la integridad física de un abogado, imponiendo con ello un conjunto de valores que consagran la ética profesional del individuo. Consiguiendo con ello que la aplicación de los derechos humanos sobre pasen la rigidez de las leyes en la actualidad, ya que todo derecho es una ley, pero no toda la ley consagra un derecho” (Reseña histórica de “Los Mandamientos del abogado” del autor Couture. Página Web).
[2] Eduardo Juan Couture Etcheverry (Montevideo, 24 de mayo de 1904 -11 de mayo de 1956) fue un prestigioso abogado y profesor uruguayo. En 1923 ingresó como estudiante a la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de la República, en Montevideo. El 29 de diciembre de 1927, recibió el título de Doctor en Derecho y Ciencias Sociales.